
Por Álvaro Marrocco*
Fotos: Manuel Arce Molino**
Marcelo Köenig, es político, escritor y docente, y aquí el orden de profesiones podría intercambiarse sin alterar el producto, ya que conviven y se interrelacionan de forma notable. Y eso se nota al escucharlo hablar, su pedagogía se cuela de por todos lados. Su discurso no es el de un intelectual iluminado, sino todo lo contrario, el de un tipo que sabe diferenciar entre la retórica y la palabra. En tanto que una apela a las formas, la otra busca el fondo. Marcelo bucea con el dialogo, no con el discurso. Busca la comprensión y no la clase magistral. He ahí la diferencia. Invitado por las cátedras de Historia Argentina y Latinoamericana Contemporánea e Historia Internacional pertenecientes al Instituto de Educacion Tecnica Superior ISET 18, el viernes 18 de Septiembre alrededor de las 11 de la mañana, Marcelo Koenig abrió el debate sobre La crisis del capitalismo y las posibles salidas. Al presentarse ante el auditorio plagado de estudiantes dijo: “Antes que nada, quiero decir desde donde me voy a parar para hablar de la realidad” Buen comienzo. Este tipo de enunciados no son muy comunes a la hora de concurrir a charlas sobre política económica, modernización o nuevas tecnologías. Es mas, resulta raro que el expositor plantee abiertamente su posición, su lugar, su mirada, desde donde interviene. Quizás seria cuestionable desde el plano literario, ya que le quita enigma al relato, pero este no es el caso. Ricardo Rambaudi se encargo de trazar el perfil del conferencista, los aplausos se encargaron de darle un preludio a la ponencia. Y la contra-lógica se ocupo de lo demás. Al minuto de comenzada la charla, Marcelo abandono su silla, y se acomodo junto al pizarrón. Cualquiera pensaría que su docencia pudo más. Fue así. Agarro una tiza -su arma más noble- y comenzó a trazar unos bosquejos en la pizarra. Dibujo una América Latina dada vuelta y pregunto a la clase ¿hay un arriba y un abajo? Dando a entender como se gestan las formas de dominación cultural, en este caso desde lo geográfico. “La mirada” es condicionante, dice Marcelo: “Estamos acostumbrados a ver nuestros problemas desde la mirada Europea”. Lo que dijo me hizo pensar en el eslogan de la revista Barcelona. “Una solución Europea para los problemas de los Argentinos”. “La idea es tratar de encontrar nuestra propia mirada y así, poder analizar la crisis, no para opinar sobre lo que pasa sino para transformarlo en nuestro propio beneficio”. “Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional”. Esta frase seguramente pudo haber sido expresada en la charla. Al igual que esta otra: “El que no organiza su economía políticamente es una víctima” Ambas expresan un pensamiento de base nacionalista. Su autor es Arturo Jauretche y no sorprende. La discusión nacional ha sido eje de eternas confrontaciones. Y los jugadores son siempre los mismos. Están los que propenden a las soluciones foráneas (FMI) y aquellos que creen firmemente en la soberanía Nacional. Decía el gran Arturo: “La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos” “Las crisis financieras son generadas por el propio centro” Economías de Centro y economías periféricas. Los términos técnicos que utiliza Marcelo para hablar de las economías mundiales son tan antiguos y tan presentas que sorprenden. En un momento de la charla vuelve hacia la historia y relata un episodio. “Al desbarrancarse el bloque comunista, simbolizado tras la caída del muro de Berlín, muchos países del Este iniciaron un proceso de reconversión de sus economías. Se comenta que en Albania de boca de los rusos circulaban algunas consignas, una de ellas encerraba una mentira y la otra una verdad. La mentira era que el régimen soviético era el mejor del mundo y la verdad que el capitalísimo es malísimo”. Semejante relato me llevo a recordar la excelente película Alemana Good bay Lenin que narra como en la Alemania Socialista, a meses de la caída del Muro de Berlín, un adolescente le oculta a su madre –ferviente socialista que se encontraba en coma- una realidad incontrastable. El comunismo fue vencido por el Capitalismo. Semejante noticia pondría la salud de su pobre madre en peligro, por lo tanto falsea la realidad y monta otra realidad en donde todo sigue como estaba. Escribiendo su propia historia del País. Alexander Kerner, este hijo que hace las mil y unas, en la película para que su madre siga con vida, recurre a un método. Falsificar la historia. Este concepto a parte de pertenecerle a Jauretche nuevamente, es clave para entender algunos aspectos de la realidad, de nuestra realidad. Porque la falsificación de la historia persigue finalidades. Y esto se aplica a todos los casos. Presentes o pasados. Si lo pensamos desde el pasado. Arturo decía que: “a través de la desfiguración del pasado, los argentinos nunca podremos poseer la técnica y la aptitud para concebir y realizar una política nacional” y si lo pensamos desde el presente, Marcelo Koenig señala que sino logramos cambiar “la mirada” la explicación de nuestra historia, y por ende de nuestro presente, seguramente lo tendremos que seguir buscando en Europa.
*Periodista. Área de Comunicación Institucional. ISET 18
Fotos: Manuel Arce Molino**
Marcelo Köenig, es político, escritor y docente, y aquí el orden de profesiones podría intercambiarse sin alterar el producto, ya que conviven y se interrelacionan de forma notable. Y eso se nota al escucharlo hablar, su pedagogía se cuela de por todos lados. Su discurso no es el de un intelectual iluminado, sino todo lo contrario, el de un tipo que sabe diferenciar entre la retórica y la palabra. En tanto que una apela a las formas, la otra busca el fondo. Marcelo bucea con el dialogo, no con el discurso. Busca la comprensión y no la clase magistral. He ahí la diferencia. Invitado por las cátedras de Historia Argentina y Latinoamericana Contemporánea e Historia Internacional pertenecientes al Instituto de Educacion Tecnica Superior ISET 18, el viernes 18 de Septiembre alrededor de las 11 de la mañana, Marcelo Koenig abrió el debate sobre La crisis del capitalismo y las posibles salidas. Al presentarse ante el auditorio plagado de estudiantes dijo: “Antes que nada, quiero decir desde donde me voy a parar para hablar de la realidad” Buen comienzo. Este tipo de enunciados no son muy comunes a la hora de concurrir a charlas sobre política económica, modernización o nuevas tecnologías. Es mas, resulta raro que el expositor plantee abiertamente su posición, su lugar, su mirada, desde donde interviene. Quizás seria cuestionable desde el plano literario, ya que le quita enigma al relato, pero este no es el caso. Ricardo Rambaudi se encargo de trazar el perfil del conferencista, los aplausos se encargaron de darle un preludio a la ponencia. Y la contra-lógica se ocupo de lo demás. Al minuto de comenzada la charla, Marcelo abandono su silla, y se acomodo junto al pizarrón. Cualquiera pensaría que su docencia pudo más. Fue así. Agarro una tiza -su arma más noble- y comenzó a trazar unos bosquejos en la pizarra. Dibujo una América Latina dada vuelta y pregunto a la clase ¿hay un arriba y un abajo? Dando a entender como se gestan las formas de dominación cultural, en este caso desde lo geográfico. “La mirada” es condicionante, dice Marcelo: “Estamos acostumbrados a ver nuestros problemas desde la mirada Europea”. Lo que dijo me hizo pensar en el eslogan de la revista Barcelona. “Una solución Europea para los problemas de los Argentinos”. “La idea es tratar de encontrar nuestra propia mirada y así, poder analizar la crisis, no para opinar sobre lo que pasa sino para transformarlo en nuestro propio beneficio”. “Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional”. Esta frase seguramente pudo haber sido expresada en la charla. Al igual que esta otra: “El que no organiza su economía políticamente es una víctima” Ambas expresan un pensamiento de base nacionalista. Su autor es Arturo Jauretche y no sorprende. La discusión nacional ha sido eje de eternas confrontaciones. Y los jugadores son siempre los mismos. Están los que propenden a las soluciones foráneas (FMI) y aquellos que creen firmemente en la soberanía Nacional. Decía el gran Arturo: “La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos” “Las crisis financieras son generadas por el propio centro” Economías de Centro y economías periféricas. Los términos técnicos que utiliza Marcelo para hablar de las economías mundiales son tan antiguos y tan presentas que sorprenden. En un momento de la charla vuelve hacia la historia y relata un episodio. “Al desbarrancarse el bloque comunista, simbolizado tras la caída del muro de Berlín, muchos países del Este iniciaron un proceso de reconversión de sus economías. Se comenta que en Albania de boca de los rusos circulaban algunas consignas, una de ellas encerraba una mentira y la otra una verdad. La mentira era que el régimen soviético era el mejor del mundo y la verdad que el capitalísimo es malísimo”. Semejante relato me llevo a recordar la excelente película Alemana Good bay Lenin que narra como en la Alemania Socialista, a meses de la caída del Muro de Berlín, un adolescente le oculta a su madre –ferviente socialista que se encontraba en coma- una realidad incontrastable. El comunismo fue vencido por el Capitalismo. Semejante noticia pondría la salud de su pobre madre en peligro, por lo tanto falsea la realidad y monta otra realidad en donde todo sigue como estaba. Escribiendo su propia historia del País. Alexander Kerner, este hijo que hace las mil y unas, en la película para que su madre siga con vida, recurre a un método. Falsificar la historia. Este concepto a parte de pertenecerle a Jauretche nuevamente, es clave para entender algunos aspectos de la realidad, de nuestra realidad. Porque la falsificación de la historia persigue finalidades. Y esto se aplica a todos los casos. Presentes o pasados. Si lo pensamos desde el pasado. Arturo decía que: “a través de la desfiguración del pasado, los argentinos nunca podremos poseer la técnica y la aptitud para concebir y realizar una política nacional” y si lo pensamos desde el presente, Marcelo Koenig señala que sino logramos cambiar “la mirada” la explicación de nuestra historia, y por ende de nuestro presente, seguramente lo tendremos que seguir buscando en Europa.
*Periodista. Área de Comunicación Institucional. ISET 18
**Fotógrafo. Área de Comunicación Institucional. ISET 18